ACTIVIDAD BLOQUE II: ADAPTACIÓN DE UN CUENTO DEFINITIVO: TODA CLASE DE PIELES
En esta actividad voy a tratar de adaptar el cuento de Cristian Andersen, Toda clase de pieles. La adaptación va a ser para alumnos de primer ciclo de primaria.
Érase una vez, en un bello país, un rey y una reina que vivían en un grandioso castillo y eran muy felices. Al poco tiempo de casarse tuvieron una hermosa hija.
La niña creció y se convirtió en una hermosa mujer.
Transcurrido un tiempo, los padres decidieron que se tenía que casar para ampliar sus reinos. Los reyes decidieron organizar una gran fiesta para que la princesa conociera a los príncipes de otros reinos lejanos.
La hija no se quería casar porque era muy feliz con su familia pero les dijo a sus padres que lo haría con el príncipe que consiguiera regalarle un abrigo de toda clase de lanas. A los padres les pareció razonable y le regalaron un ajuar con cosas muy bonitas y le dio la medalla de su nacimiento, una pulserita que le regalaron cuando cumplió 15 años y el anillo de pedida de su madre que era tradición familiar.
Pasado un tiempo, apareció un principe de un reino vecino con el abrigo de toda clase de lanas. La joven, al ver al príncipe casi se desmaya, era el joven más feo que había visto en su vida. Los padres le dijeron que tenía que cumplir su promesa y que en unos meses se desposaría. La muchacha no vio la manera de librarse de la boda y decidió escapar al anochecer, llevando con ella el ajuar y los regalos que su madre le había dado.
La princesa se ocultó durante muchos meses en el bosque. Dormía durante el día en cuevas que iba encontrando en el camino y caminaba por la noche para que nadie la viera.
Un día escuchó un gran alboroto. Eran perros que la habían olido. Estaban fuera de la cueva y ella estaba muy asustada. De pronto, apareció en un caballo blanco un apuesto joven que la invitó a salir. La princesa casi no podía abrir los ojos debido a que no había visto la luz del sol durante mucho tiempo. El joven le preguntó su nombre pero ella se hizo la extranjera, como si no le entendiera. Le dijo que la quería ayudar y que podía ir con el al palacio y podría trabajar como doncella de su madre.
La princesa accedió. Estaba muy asustada y tenía mucho hambre y frio. Cuando llegó a palacio, pudo darse un baño y comer algo calienete. La joven no quería quitarse el abrigo de toda clase de lanas en ningún momento y siempre llevaba cubierta la cabeza con la capucha y bajaba la cabeza para que nadie le viera bien la cara. En seguida se hizo indispensable para la madre del príncipe y aprendió muchas cosas con ella.
Un día el rey falleció y la reina le dijo que tendría que buscar una esposa porque el reino necesitaba un descendiente.
La reina organizó una fiesta de mascaras. Acudieron princesas de todos los reino vecinos. La doncella le pidió a la reina si podía mirar desde la escalera a las jóvenes que vinieran al baile y la reina se lo permitió. La única condición que le puso es que por la noche tenía que subir a la habitación del príncipe una jarra con agua. La joven se vistió con uno de los vestidos de su ajuar y se puso una mascara, el príncipe quedó enamorado de su belleza y bailó con ella toda la noche. Cuando llegó la hora puso una excusa y se fue a su habitación para quitarse el vestido y ponerse el abrigo de toda clase de lanas. Subió a la habitación y le dejó la jarra con agua en la que había introducido la medalla de nacimiento. El príncipe cuando la vio se asombró pero no dijo nada a la doncella.
Pasado algún tiempo la reina quiso organizar otra fiesta, esta vez iba a ser de disfraces. La doncella le volvió a preguntar si podía mirar desde la escalera. Se vistió con uno de los vestidos de su ajuar y se coló en el baile. El príncipe volvió a quedarse prendado de su hermosura, a pesar de que lleva cubierto el rostro por su disfraz. Al llegar la hora se marchó con una excusa, se quitó el vestido y se puso el abrigo de todo tipo de lanas y le llevó al príncipe la jarra de agua en la que metió la pulsera que le había regalado su madre. El príncipe al ver que había algo en la jarra bajó a preguntar en la cocina y si sabían de quien podía ser, pero nadie supo contestarle.
La reina vio que su hijo se había quedado prendado de aquella joven pero al intentar localizarla entre los conocidos, nadie la había visto nunca.
La reina decidió organizar una tercera fiesta. La princesa le volvió a preguntar si podía observar el baile desde la escalera y la reina accedió. La joven no sabía que ponerse para ir al baile porque ya no tenía ningún motivo para cubrirse el rostro. Así que decidió que como nadie le había visto el rostro bien porque siempre se cubría con la capucha del abrigo de toda clase de pieles como si fuera un fraile, que iría con el vestido más hermoso que le había regalado su madre. El príncipe no paraba de mirarla y estuvieron bailando toda la noche juntos. la reina tuvo que llamar la atención al príncipe para que sacara a bailar alguna que otra princesa. Cuando llegó la hora el príncipe no la dejaba marchar. Quería que le dijese de que reino había venido. Por fin, consiguió marchar pero no tuvo tiempo de quitarse el vestido y se puso la capa encima del la ropa. Le subió la jarra de agua y metió el anillo de pedida que su madre le había regalado. El príncipe le pidió que esperara. Le preguntó si era suyo el anillo y le dijo que tenía algo para ella. Abrió la cómoda de su habitación y sacó una pequeña caja con un collar de diamantes. le explicó que ese collar había sido el collar de pedida durante generaciones en su familia y le preguntó si quería casarse con ella. Ella dijo que sí. Se casaron y fueron felices y comieron perdices.
Cambios realizados en la adaptación:
En la adaptación realizada, he cambiado el vocabulario por un poco más sencillo, porque al tratarse de primer ciclo de primaria me parecía un poco complejo.
He mantenido la idea de familia feliz pero no fallece la madre trágicamente, ni el padre se casa con su hija, cometiendo incesto. Acción que los niños de primaria no entenderían bien.
He mantenido que la princesa se esconde en el bosque pero no se hace pasar por loca sino por extranjera.
He modificado algunos de los regalos que la madre le hace a la princesa porque me han parecido más apropiados para mi historia y el abrigo que es de toda clase de lanas.
Otro cambio realizado es que he sustituido la taza de caldo por la jarra de agua.
He cambiado en el palacio que el príncipe tiene una madre y me ha parecido que muriera el padre, por ser anciano, era menos duro para alumnos de estas edades.
Por último, he mantenido el final feliz en el que se casan.
Esta vez has respetado muy bien el esqueleto de la historia que os conté. El tema del vocabulario no es tan importante porque, al ser un texto folclórico, debes contárselo a los niños, no leérselo ni dárselo para que lo lean y, por tanto, el vocabulario concreto lo irás creando en el momento de la narración.
ResponderEliminarLo del incesto no es que no lo entiendan niños pequeños, es que es antinatural y lo ha sido siempre. Aparece en el cuento porque así se justifica la huida de casa por parte de la princesa y el "no honrar a su padre" porque, en este caso, lo que le pide es absolutamente imposible.